Para muchos es común observar una cerveza
dorada y espumosa. En la actualidad los supermercados, tiendas y restaurantes nos
ofrecen una amplia variedad de cervezas, pero cabe mencionar que por los años 1,800 esto no
era así, más bien, las cervezas poseían una textura turbia, espesa y oscura.
Solían servirse en jarras de porcelana, con lo cual, el color de las cervezas
no se apreciaba a simple vista. No fue sino hasta 1,838 cuando un grupo de cerveceros de la ciudad
de Pilsen, (Plzeň en checo), decidieron elaborar una cerveza de
mejor calidad, lo cual implicaría no solo la construcción de la cervecería, sino
de la contratación del maestro cervecero bávaro Joseph Groll, quien según
cuentan era muy meticuloso y se interesaba en la observancia de todo el
proceso, desde el malteado hasta el filtrado.
La nueva cerveza, la rubia que ahora todos conocemos; tendría
tres procesos fundamentales:
1.
La fermentación en frío: Groll fermentó la cerveza
en túneles subterráneos, como se hacía en Bavaria, proceso bajo el cual se elabora
el estilo lager.
2.
Ingredientes excepcionales: Se trata de la
cebada de Moravia, la cual malteaban en la propia fábrica, dando como resultado
una malta pálida. Y el lúpulo Saaz, el cual le brinda a la cerveza un aroma y
amargor únicos.
3.
La innovación: al utilizar calderas de cobre
calentadas directamente al fuego, se logró la caramelización de la malta.
Es así como el 11 de noviembre de 1842, Groll presenta la
primera cerveza rubia, que para aquellos años sería la sensación; muchos
quedaron atónitos al observar una cerveza dorada brillante y aunado a ello, de
un sabor fino y refrescante.
Aquel mercado de San Martín de Pilsen sería el
testigo de la fama internacional que se venía, no pasarían muchos años para que
otros cerveceros crearan sus cervezas rubias. Con el correr de los años, muchos fabricantes decían que su
cerveza también era una pilsen, aunque no fuera elaborada en la ciudad checa.
Por ello, se decide llamar a la cerveza Pilsen Urquell, (Urquell quiere decir,
de la fuente original), para que sus consumidores identificaran y supieran cual
era la original y auténtica pilsen.
En República Checa Pilsen Urquell, es conocida como: Plzeňský
Prazdroj, esta cervecería ofrece visitas a su museo, así como un recorrido por
sus túneles, casi 14 kms de corredores. En la actualidad su portafolio cuenta
con 13 cervezas, entre ellas están: Gambrinus, Kozel, Radegast, Birell,
Excelent, Frisco, Kingswood, Master, Kopparberg, Klasik, Primus.
Cuando se trata de la auténtica pilsen y la favorita de muchos, no solo por su historia, sino por su calidad, vaya si no es difícil hacer un comentario, pero como un aficionado a las cervezas puedo decirles que su color es brillante, transparente y muy sugestivo. Tiene un sabor equilibrado, que no recae entre lo dulce de las maltas ni el amargo del lúpulo. Su sabor sí lo considero único en comparación a varias pilsen o tipo pilsen que he probado, en sí una cerveza muy buena. Fácil de beber, muy refrescante e ideal para despertar el apetito. Contiene 4.4% de alcohol.
Salud y hasta el próximo blog cervecero.
La primer cerveza estilo Pilsen a a nivel mundial, única!
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